¿Cuales son los alimentos que tienen vitamina D?, ¿pueden ayudarnos a remontar un déficit de vitamina D?
Pues bien, es cierto que algunos alimentos tienen vitamina D y pueden contribuir a «rellenar» nuestras reservas. Sin embargo, hay ciertos matices a tener en cuenta.
Para determinar si el aporte de vitamina D con la alimentación puede llegar a ser suficiente, debemos evaluar el contexto.
Por ejemplo, los esquimales, cuya alimentación tradicional estaba basaba principalmente en pescados grasos, carne, focas y ballenas, conseguían un elevado aporte de vitamina D gracias a la dieta.
¿Por qué hablo en pasado? Porque como pasa en gran parte del planeta, la occidentalización de la dieta está haciendo de las suyas, llegando incluso a los lugares más recónditos. Esto está haciendo que se pierdan sus tradiciones y los beneficios que estas aportaban.
En el caso de países como España, la alimentación puede llegar a aportar un 10% de los requerimientos diarios. Aunque parece poco, puede ayudar a mantener las reservas durante el invierno.
Alimentos que contienen más vitamina D
Entonces, si quiero conseguir ese «plus» de vitamina D, a qué alimentos recurro…
Pues el primer grupo de alimentos a tener en cuenta son los pescados azules y el marisco. Pero (siempre hay un pero) debido a la elevada contaminación de los mares y océanos, especialmente con metales pesados, no deberían consumirse más de 3 veces por semana.
Por otro lado tendríamos las setas y champiñones. En concreto, cuando son expuestos al sol, dado que realizan una síntesis de vitamina D como la que podríamos realizar nosotros.
También podemos encontrar vitamina D en lácteos enteros, en la yema de huevo y en el hígado.
En último lugar estarían los productos enriquecidos con vitamina D, como la leche y las bebidas vegetales, o los cereales.

Pero entonces, ¿puedo obtener suficiente vitamina D de los alimentos?
Para ser breves, no. Pero sí que puede servir para complementar la exposición al sol.
Cuando no nos exponemos lo suficiente, debe recurrirse a la suplementación, siguiendo las recomendaciones de nuestro médico de cabecera y en función del resultado de una analítica de sangre que determine los valores en sangre de vitamina D.